jueves, 24 de febrero de 2011

¡Quién dijo miedo!


Pues si, por fin me lo he propuesto, quiero cambiar mi bata de guatiné por el chándal. Tengo 29 años y bastantes kilos que ya empiezan a ser difíciles de llevar. Después de intentarlo miles de veces y decaer tantas como intentos, me propongo seriamente cambiar de vida, ya no solo para  quitarme la mochila que llevo adherida a mi cuerpo, si no porque empiezo a pensar que llevo una vida de los más aburrida y eso es lo que me lleva a pagarlo con la nevera, ¿maldita nevera! Por  este motivo voy a empezar a escribir este blog, para ver mis progresos, si los hubiera, mis tropiezos, que los habrá, y para reírme de mi misma que es lo que necesito en grandes dosis.